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sábado, 8 de octubre de 2016

7. Metabolismo

Los cambios metabólicos tienen su base en reacciones bioquímicas de los seres vivos que permiten el intercambio de materia y energía con el exterior. Practicar deporte es un ejemplo de ello, ya que provoca variaciones en el metabolismo que favorecen el sistema cardiovascular y protegen de enfermedades como la diabetes. Desde el punto de vista químico, el ejercicio propicia cambios en el organismo, como producir ciertas sustancias, reducir la cantidad de otras o motivar la activación de determinados reguladores. Investigadores del Hospital General de Massachusetts (EE.UU.) han estudiado algunas de estas variaciones con el objeto de dibujar un mapa de cambios metabólicos que expliquen, de forma explícita, los beneficios de la actividad física.

Los expertos, que han publicado sus conclusiones en la revista "Science Translational Medicine", aseguran que un mejor conocimiento de los cambios metabólicos ayudaría a identificar los efectos saludables del ejercicio tanto en individuos con problemas cardiovasculares como sin ellos. Además, podría señalar nuevas dianas terapéuticas. En otras palabras, el control de todas las variaciones que se dan durante la práctica deportiva permitiría equilibrar los estados metabólicos inadecuados que, entre otros, contribuyen a la obesidad o la diabetes

En general, los beneficios de la actividad física se pueden ver en los siguientes aspectos:
  • A nivel orgánico: Aumento de la elasticidad y movilidad articular. Mayor coordinación, habilidad y capacidad de reacción. Ganancia muscular la cual se traduce en el aumento del metabolismo, que a su vez produce una disminución de la grasa corporal (prevención de la obesidad y sus consecuencias). Aumento de la resistencia a la fatiga corporal (cansancio).
  • A nivel cardíaco: Se aprecia un aumento de la resistencia orgánica, mejoría de la circulación, regulación del pulso y disminución de la presión arterial.[1]
  • A nivel pulmonar: Se aprecia mejoría de la capacidad pulmonar y consiguiente oxigenación. Aumenta su capacidad, el funcionamiento de alvéolos pulmonares y el intercambio de la presión arterial, mejora la eficiencia del funcionamiento del corazón y disminuye el riesgo de arritmias cardíacas (ritmo irregular del corazón).
  • A nivel metabólico: Disminuye la producción de ácido láctico, la concentración de triglicéridos, colesterol bueno y malo, ayuda a disminuir y mantener un peso corporal saludable, normaliza la tolerancia a la glucosa (azúcar), aumenta la capacidad de utilización de grasas como fuente de energía, el consumo de calorías, la concentración de colesterol bueno y mejora el funcionamiento de la insulina.
  • A nivel de la sangre: Reduce la coagulabilidad de la sangre.
  • A nivel neuro-endocrino: Se producen endorfinas (hormonas ligadas a la sensación de bienestar), disminuye la producción de adrenalina, aumenta la producción de sudor y la tolerancia a los ambientes cálidos.
  • A nivel del sistema nervioso: Mejora el tono muscular, los reflejos y la coordinación muscular.
  • A nivel gastrointestinal: Mejora el funcionamiento intestinal y ayuda a prevenir el cáncer de colon.
  • A nivel osteomuscular: Incrementa la fuerza, el número de terminaciones sanguíneas en el músculo esquelético, mejora la estructura, función y estabilidad de ligamentos, tendones, articulaciones y mejora la postura. Desarrollo de la fuerza muscular que a su vez condiciona un aumento de la fuerza ósea con lo cual se previene la osteoporosis.
  • A nivel psíquico: Mejora la autoestima de la persona, incrementa la capacidad de fuerza de voluntad y de autocontrol, mejora la memoria, estimula la creatividad y la capacidad afectiva, disminuye la ansiedad, el estrés, la agresividad y la depresión.

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