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sábado, 8 de octubre de 2016

19. Glándula Tiroides



La tiroides es una pequeña glándula dentro del cuello, situada adelante de la traquea y abajo de la laringe. Las hormonas tiroideas controlan el metabolismo, que es la capacidad del cuerpo de desintegrar los alimentos y almacenarlos en forma de energía, y convertir los alimentos en productos de desperdicio, liberando energía en el proceso. La tiroides produce dos hormonas, T3 (llamada triyoditironina) y T4 (llamada tiroxina).

Los trastornos de la tiroides resultan de la deficiencia o exceso de la hormona tiroidea. Los síntomas del hipotiroidismo (deficiencia de hormona) incluyen pérdida de energía, reducción del ritmo cardíaco, resecamiento de la piel, estreñimiento y sensación de frío a todo momento. En los niños, el hipotiroidismo comúnmente conduce a un atraso en el crecimiento. Los bebés que nacen con hipotiroidismo pueden tener un atraso en el desarrollo y retraso mental si no se tratan. En los adultos, esta deficiencia muchas veces causa aumento de peso. Puede producirse un crecimiento de la tiroides o bocio.

Las hormonas tiroideas tienen un gran y fundamental efecto sobre el desarrollo y el metabolismo, por eso siempre hay que tener un control estricto, especialmente cuando se está embarazada ya que el déficit de esta hormonal se produce en los primeros meses del proceso fetal.

Las consecuencias del déficit de las hormonas tiroideas puede ser: falta de desarrollo intelectual y retraso en su crecimiento. La carencia intelectual seguirá desarrollándose si persiste el déficit hormonal en forma proporcional, y es irreversible. Mientras que la falta de desarrollo está relacionado con un origen puramente metabólico ya que más tarde el crecimiento puede volver a la normalidad después de haber recibido un tratamiento.

Embriológicamente, la glándula se desarrolla muy pronto, alrededor de los 30 días del desarrollo del embrión, recién entre las 11 y 12 semana se produce una concentración de yodo en el embrión y puede decirse que estaría en condiciones de funcionar. También la hormona producida por el embrión es enviada a la madre y a veces, éste ayuda a su madre si ella tiene un déficit de dicha hormona. Está comprobado estadísticamente que las mujeres embarazadas con problemas de tiroides mejoran durante el embarazo ya que reciben la ayuda de su hijo quien le proporciona el faltante hormonal durante ese período.

En los adultos el efecto del mal funcionamiento de esta hormona se presenta por alteraciones del metabolismo, esto incluye un decrecimiento del consumo de oxígeno, proteínas, hidratos de carbono, vitaminas y grasas.

Para finalizar podemos decir que las hormonas tiroideas son necesarias para un buen crecimiento y desarrollo, para una apropiada acción calorígena y termorreguladora, regulan y aumentan cuando es necesario el consumo de oxígeno, ayudan a la síntesis y degradación de las proteínas y grasas. Tienen un papel fundamental en la síntesis del glucógeno y en el uso de la glucosa (azúcar), son fundamentales para la formación de la vitamina A, ayudan al crecimiento y estimulan la diferenciación. Son imprescindibles para el correcto desarrollo del sistema nervioso central y el periférico, están presentes en los procesos de contracción muscular y motilidad intestinal y entre otras cosas intervienen en la erupción dental.

Como conclusión podemos decir que las hormonas tiroideas están presentes en la totalidad de las funciones que realiza el organismo, activándolas y regulándolas para mantenerlas en forma normal.

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