En los músculos esqueléticos encontramos células musculares con varios núcleos, nervios, tejido conjuntivo y vasos sanguíneos.
Gracias a los músculos esqueléticos el cuerpo se mantiene en posición, las articulaciones son estables, se realizan los movimientos y se produce energía a través de contracciones de intensidad variable
En su estudio colectivo « Actividad física : Contextos y efectos sobre la salud », el INSERM insiste en los beneficios de la actividad física sobre el mantenimiento del capital óseo, la función muscular y sobre el sistema osteo articular.
Capital óseo
La actividad física, mediante las tensiones mecánicas que ejerce sobre el esqueleto, induce la formación de tejido óseo. La práctica física actúa a la vez sobre la masa ósea, su densidad y su textura.
Mejora de la fuerza muscular
La práctica de ejercicios de reforzamiento muscular tiene efectos beneficiosos sobre la fuerza y la resistencia muscular en personas de mediana edad. La fuerza muscular también puede incrementarse con la ayuda de programas de entrenamiento incluso a una edad avanzada
Aumento de la resistencia a las fracturas
La actividad física aporta beneficios sobre las propiedades mecánicas de los huesos aumentando la resistencia a la fractura
Una mayor resistencia de los ligamentos y tendones
La actividad física aporta una mayor resistencia a los ligamentos y tendones
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